Dentro de 100 años la novela "La canción de la manzana" será un clásico. ¿No quieres ser tú un@ de l@s primer@s que la lean?...

jueves, 14 de abril de 2011

VIAJES MANZANILES 2



Lo prometido es deuda, ¿me repito mucho? (je, je). Mi segundo gran viaje tuvo lugar hace dos años que se cumplirán a finales del presente. Me fui a Nueva York a ver in situ a mi prologuista.

La verdad, después de mi incidente en Inglaterra, bloqueando el ordenador de una escuela, me apetecía ir in person a la ciudad de los rascacielos, New York, New York!, y todo eso, wonderful! (culta que es una).

Lo que tenemos de bueno las novelas es que podemos estar en muchos lugares a la vez, y uno de mis avatares fue, fui, ¿qué lío no?, y en avión a todo lujo y no me mareé en absoluto. La azafata, muy amable, se deshizo en atenciones al reconocer en mí a una pasajera VIP, nada menos que LA CANCIÓN DE LA MANZANA, y me sirvió agua embotellada y de marca, yo hice una travesura, pedí agua con gas y me lo pase pipa con las burbujas, luego dormí como un lirón y al despertar ya estábamos aterrizando.

A pie de pista estaba la prensa que me asaeteó a preguntas, lógico, mientras los demás pasajeros se daban cuenta entonces de mi categoría social y algunos se atrevieron a pedirme autógrafos. Cuando por fin me dejaron tranquila, y un poco aturdida, todo hay que decirlo, la emprendieron con mis personajes que disfrutaron de lo lindo respondiendo a sus preguntas (por cierto, Battyanna se los llevó a todos de calle con su desparpajo habitual, que los enamoró, vaya).

Pasé rápidamente por la aduana, porque sólo me llevaba a mí misma, y al salir de la inspección, también me pidieron autógrafos, vi a Mikel que me abrazó efusivamente, ¡mi querido prologuista, ¿iba yo a estar en Nueva York si no fuese por él?!

Lo primero que le dije fue que quería recorrer la Quinta Avenida, sonará cateto pero no lo pude remediar, después nos hicimos una foto con los rascacielos de fondo, y el resto es historia, ¡yo LA CANCIÓN DE LA MANZANA, ya estoy en Nueva York!

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