Dentro de 100 años la novela "La canción de la manzana" será un clásico. ¿No quieres ser tú un@ de l@s primer@s que la lean?...

jueves, 31 de diciembre de 2009

Reír en tiempos de crisis

Cuando yo, como La canción de la manzana, salí on line, mi slogan publicitario fue:

ANTES DEL GRAN APAGÓN
DISFRUTA DE LA TECNOLOGÍA LEYENDO
LA CANCIÓN DE LA MANZANA


C. CARDONA GAMIO EDICIONES
TE PRESENTA UNA NOVELA
QUE NO TE QUITARÁ LOS PROBLEMAS
PERO QUE TE DEVOLVERÁ EL BUEN HUMOR

¿Os acordáis del Gran Apagón, verdad? Finalizaban el año 1999, el siglo y el milenio y todos temíamos quedarnos a oscuras, pero no pasó nada.

Hoy tenemos encima la Crisis, con mayúscula, la amenaza del Cambio Climático otro momento clave, y La canción de la manzana vuelve a atacar de nuevo para que el mundo se ría y olvide sus penas, porque yo soy una novela de humor, la más destornillante novela de humor que se pueda leer en estos días, palabra de manzana literaria. Y tened en cuenta una cosa muy importante, antes de mí sólo existían tres manzanas famosas en la historia de la Humanidad: la de Adán y Eva, la de Blancanieves, la de Newton y ahora he venido yo, La canción de la manzana.

Realmente no es vanidad, tenedlo presente, y, sobre todo leedme que os irá muy bien para la salud.

Hasta el momento, on line me han leído unas doscientas mil personas en visitas a la web, por eso ahora salgo en papel y e-book para mayor comodidad del lector.
De nada, a mandar.
Prosigo.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Making Off 4

En noventa días escribió Estrella el primer borrador de La canción de la manzana (luego vendrían largos meses de reescribir y pulir páginas hasta diciembre de 1998), y, secretillo que ahora revelo, lo hizo simultaneándola con una novela juvenil cuya acción se desdoblaba en dos épocas, el siglo XIX y el siglo XVI, titulada El perro de porcelana, y que trata ni más ni menos que de piratas y raptos, vaya, que no tiene nada que ver conmigo. ¿Curioso, no?, sobre todo si tenemos en cuenta que el lenguaje de los personajes de ambas novelas no tiene nada en común pues del “tú” pasota se iba al “vos” más cortesano. Un auténtico ejercicio de malabarismo mental :)

Me imagino que estaréis pensando cómo se le ocurrió a Estrella mi título, porque una novela sin título quedaría como una cosa rara, ¿no os parece?

Se menciona La canción de la manzana en el primer capítulo dando nombre a un hit musical, célebre en todo el mundo, que canta la famosa Isobel (leer novela), y a Estrella le dio entonces en aprovecharlo para título, por eso yo me llamo de esta manera, así de sencillo.

¡Uf!, eso de contar tu propia vida es muy pesado y yo sólo soy un libro, pero bueno, hay que seguir, porque vale la pena.

Mi novela, o sea yo, tiene varios nacimientos, el primero en marzo de 1997 (soy Aries), el segundo al ser publicada on line, el 19 de noviembre de 1999, y el tercero ahora en 2009 que es cuando me ponen de largo, es broma, como libro en papel y en e-book, todo un carrerón, ¿verdad?, y para ser una manzana pues que no está nada mal.

Ahora quiero contaros una anécdota, pero eso merece punto y aparte.

martes, 29 de diciembre de 2009

Making Off 3

Cuando un novelista se enamora de su obra no tiene ojos más que para ella y lo demás no importa. Estrella principió a escribirme, a mí, La canción de la manzana, y lo hacía febrilmente, riéndose muy a gusto con las ocurrencias de mis protagonistas, tanto, que quien la hubiera escuchado sin conocerla podía haber creído que le faltaba un tornillo. Fue muy divertido, inolvidable, y lo mejor de todo es que a cada nuevo capítulo de más buen humor estaba su autora, por lo que pensó que aquella novela era el remedio contra la depresión, la tristeza y las ideas negativas, una medicina infalible mejor que cualquier fármaco antidepresivo.

Y la respuesta es que quienes la leyeron, on line al principio, le mandaban e-mails diciéndole lo bien que se lo habían pasado con su lectura; más adelante os contaré los detalles.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Making Off 2

Esa memorable tarde del mes de marzo, más o menos alrededor de las 19 p.m. (quizá un poco antes, no sé ahora, después de todo no soy más que una manzana literaria) a Estrella le vino de repente a la cabeza el comienzo de una novela, este:

“Nos enteramos sin pretenderlo, de que íbamos a tener por vecino a un caníbal y no se trataba precisamente de un salvaje converso, rescatado de la barbarie ancestral por algún despistado misionero, sino de un auténtico antropófago de esos que se comen a la gente y luego piden más.”

(Debo confesar que de toda la novela es el único fragmento que permanece tal cual, sin retoque alguno.)

Estrella lo apuntó de prisa y corriendo en un trozo de papel porque le pareció muy bueno, lo que no sabía es cómo iba a seguir, la verdad es que la historia se le estaba ocurriendo a pasos agigantados en ese mismo instante y los personajes empezaban a cobrar forma, una forma ciertamente nebulosa e inconcreta. En aquellos momentos recapacitó pensando que el trozo de papel con el apunte se iba a perder, escribió entonces el apunte en una libretita, y de súbito comprendió que resultaba imprescindible, que no podía esperar más, que tenía que empezar a escribir la novela, y, manos a la obra, agarró su vieja olivetti, en esa época le daba rechazo la pantalla del ordenador y además no sabía manejarlo muy bien, y yo comencé a nacer, fue de lo más emocionante y además creaba adicción.
(Sigue, por supuesto.)

martes, 22 de diciembre de 2009

Comienza el Making Off

La canción de la manzana, que soy yo, continúa informando. Todas las cosas tienen su principio y el mío fue el siguiente: hace muchos años, la palabra trocito, mal escrita, trozito, quedó guardada en la memoria de Estrella porque le hizo gracia, pasaron más años todavía, y un buen día, trasteando en la cocina se le ocurrió esta palabra: trozidetroci, que volvió a hacerle gracia, pero la archivó, después de todo no era más que una palabra, y la extraña palabra volvió a dormir durante años hasta que cierta tarde del mes de marzo de 1997, despertó llena de vigor y entusiasmo convertida en el apellido de un nombre propio acabado de inventar, Vitolio Trozidetroci, un encantador personaje sesentón, arquitecto, filántropo y un poco caníbal el hombre cuando se olvidaba de que era vegetariano, de ahí que haya pasado a los anales de las crónicas de sucesos lantornesas como el Caníbal-Vegetariano.
Continúa ENSEGUIDA.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Se presentan Tris, Battyanna y Vitolio

Buenas, ¿qué tal?

Me llamo Tris Dass y soy periodista, sin periódico, todo hay que decirlo, pero con muchas ganas de que me contraten en un rotativo importante... aunque sólo sea para clasificar anuncios, o para fregar los suelos que de alguna manera hay que empezar, porque yo no soy de esos a los que se les caen los anillos, para muestra un botón: ahora trabajo en una granja-lechería que abre sus puertas en mi misma calle, en el barrio del Perecete. La granja-lechería tiene mucha parroquia, tanta, que, cuando acaba mi turno, siempre estoy derrengado, pero aun y así tengo ánimos para ponerme a la máquina de escribir con mis artículos que ningún periódico acepta por demasiado iconoclastas.

Vivo solo en mi piso y aunque el bloque está lleno de vecinos no me relaciono más que con una, una chica de 20 años que se llama Battyanna Rannera y que, para decirlo de manera elegante, se halla pluralmente abierta a la humanidad (ya me entendéis) pero eso no es obstáculo para que seamos amigos, como lo oís, amigos pura, lisa y llanamente, nada más, ¿vale?, y con ella os dejo ahora, que ya he hablado más de la cuenta.

¡Rábanos, pues no se le ocurre a la manzana esta que me ponga a contar mi vida, será plasta!

Sí, tengo 20 años me llamo Battyanna Rannera, soy vecina de Tris Dass y estoy pluralmente abierta a la humanidad como dice él hablando de esa manera cursi que hablan los que escriben y no se atreven a decir las cosas por su nombre. Supongo que Vitolio Trozidetroci no será tan remilgado... Y ya está; me he cansado de darle a la tecla, que lo mío son otras cosas y oigo ahora al hombre del butano por la escalera... ¡Voy a ver si lo atrapo!

Encantado de saludarles, permítanme que me presente, soy Vitolio Trozidetroci, servidor de ustedes, más conocido como el Caníbal-Vegetariano. Un instante de obnubilación transitoria me metió en serios problemas, como sabrán si tienen la amabilidad de leer La canción de la manzana, mas ello no ha sido óbice para que me haya ido a vivir al barrio del Perecete, coincidiendo en el mismo bloque con Tris y Battyanna, un par de jóvenes muy agradables, aunque los dos un poco delgaduchos (¡esa manía que tiene la juventud en no alimentarse debidamente!) con los que espero establecer unos profundos lazos que irán más allá de lo establecido en nuestra sociedad.

Soy la manzana otra vez. Dato importantísimo, la acción inicial de mi novela transcurre en Rascasia capital de Lantornia, país europeo imaginario que linda con ninguna parte. Las cosas claras, ¿no os parece?

¡Ay, me olvidaba!, en Lantornia nos regimos por el calendario cromiliano y no por el gregoriano, y nuestra moneda es el cukóo, que los lantorneses somos así de independientes.

Bueno, hechas las presentaciones por hoy ya es suficiente, ¡hasta prontísimo!

jueves, 17 de diciembre de 2009

Lo que cuenta una manzana

¡Hola!, soy una novela de humor y me conoceréis con el título de LA CANCIÓN DE LA MANZANA.

Una novela que habla, ¿verdad qué es divertido? Es que yo soy muy divertida, de hecho soy una novela de humor (ya lo he dicho antes pero no me importa repetirlo, cuanto más se difunda mejor, je, je) y conmigo no podéis hacer otra cosa que reiros a carcajadas; cuando Estrella, mi autora, me estaba escribiendo, pues así nacemos las novelas, se tronchaba de risa a cada nuevo párrafo que ponía y, ¿sabéis un secreto?, tecleaba deprisa, deprisa para saber lo que iba a pasar en el siguiente capítulo, porque los personajes andaban desmadrados haciendo de las suyas y ella no podía impedirlo.

Los personajes, bueno, mis personajes, son la monda, os los presento ahora mismo, en realidad ellos lo están deseando y como quieren hablar les doy suelta para que cuenten sus batallitas, ahí van a continuación.
Paciencia que todo llega.

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